Este lugar me queda perfecto, con wifi gratuito, restaurante y un bar acogedor. Recuerdo que en mi primera estancia, el personal me ayudó dándome un insecticida. Sin duda, volveré para la próxima Pascua.

El hotel es un entorno idílico que ofrece

una estancia tranquila y relajante en medio de la naturaleza. Las habitaciones son amplias y cuentan con todo lo necesario. Sin embargo, no hay mucha variedad en el desayuno, lo que podría mejorar la experiencia general.

El personal siempre estuvo atento y muy amable.

La cena fue decepcionante, solo había menú fijo y los platos ofrecidos no eran de mi agrado ni adecuados a lo esperado. Esto fue una gran sorpresa, ya que el ambiente del salón con chimenea prometía una experiencia inolvidable. También, el desayuno fue caótico. al estar el hotel lleno, no había suficientes mesas, y cuando llovió, no pudimos disfrutarlo cómodamente.

La cena fue un verdadero festín

Durante nuestra estancia, disfrutamos de un ambiente de ensueño, donde cada rincón del pazo nos envolvía en tranquilidad. Las cenas, elaboradas con productos locales, fueron exquisitas, lo que hizo varían nuestras opciones culinarias. La generosidad del personal añadió un toque familiar al lugar. La habitación, cálida y acogedora, nos brindó un descanso increíble después de explorar los encantos de Galicia.

El único inconveniente fue que, al estar el hotel lleno, el desayuno presentó algo de caos. A veces, no había suficientes mesas lo que complicaba un poco la experiencia. Además, noté que la zona de la piscina necesitaba más atención, sobre todo en lo relacionado al mobiliario y al césped.

maravilloso, maravilloso, maravilloso

Pasé tres días mágicos en este lugar. Las habitaciones son cálidas y acogedoras, con un balcón que ofrece vistas a un paisaje que invita a relajarse. Disfruté de las cenas junto a la chimenea, un detalle encantador que realza la experiencia. Además, la atención del personal fue simplemente excepcional, siempre listos para ayudar y hacer de mi estancia un lujo.

100% recomendable 💖✨

Disfruté de una estancia de cinco noches en una habitación estándar. Las instalaciones son completamente nuevas y bien cuidadas. Lo que más me gustó fue el entorno tranquilo y natural. Cada mañana, el desayuno era bueno y pedí bebida vegetal que me trajeron al día siguiente, lo que fue un detalle encantador. Sin embargo, el servicio de desayuno no tuvo suficiente capacidad cuando el hotel estaba lleno. A veces era caótico, ya que había falta de mesas. La cena fue sabrosa, pero me pareció que la variedad de opciones podría ser mejor. Sin duda, la atención del personal fue lo más destacado, siempre atentos y amables para que nuestra estancia fuera cómoda. En general, un lugar realmente agradable para desconectar, aunque el desayuno necesita mejorar en organización y variedad.

El hotel es tranquilo, rodeado de vegetación, pero el desayuno podría mejorar un poco.

Un lugar encantador rodeado de un hermoso bosque. habitaciones amplias y cálidas. el desayuno era delicioso con opciones frescas y diferentes cada día.

Quizás sería ideal agregar algunos calentadores de agua en las habitaciones.

El edificio está magníficamente restaurado, con un ambiente encantador y una atención increíble. La habitación era amplia y contaba con una ducha nueva. El jardín, perfecto para relajarse, tenía diferentes ambientes con el sonido del agua de las fuentes.

Todo ha sido magnífico.

Pazo De Bieite es un lugar maravilloso, ubicado en una ladera boscosa que lo hace muy tranquilo y bonito. El servicio fue excepcional, con un personal amable que se preocupó por nosotros. Las cenas fueron deliciosas, preparadas con productos locales y con un ambiente encantador gracias a la chimenea de leña.

lo puedo recomendar

Tuvimos una estancia de cinco noches en una habitación estándar. Aunque el servicio de desayuno no estaba preparado para un hotel lleno y resultó algo caótico, la cena fue sabrosa. La falta de variedad en el desayuno fue evidente tras varios días, pero la atención del personal fue un punto positivo.

Las cenas fueron deliciosas, pero el desayuno fue caótico por la falta de mesas.

Un lugar mágico donde fuimos tratados como en casa. Destaco el desayuno buffet con productos de proximidad. Solo un pequeño detalle, nuestra habitación tenía algunos insectos, pero el equipo fue super amable para ayudarnos. 😊

El hotel está en medio del campo, ofreciendo una experiencia auténtica y tranquila, perfecta para desconectar. La habitación que ocupamos era estándar, con una decoración adecuada, pero lo mejor fue el detalle del entorno natural que lo rodea.

El desayuno resulta un tanto escaso, al no variar a lo largo de las mañanas. parece que servían lo mismo cada día, como unas lonchas de jamón y un par de frutas. Además, la falta de insonorización en las habitaciones se notó, escuchando cada movimiento en el pasillo, y la entrada se complicaba un poco para quienes llevaban maletas de ruedas, por el mal estado del suelo con piedras.

Encantador lugar para relajarse en el jardín con vistas espectaculares y tranquilidad, ideal para desconectar del bullicio y disfrutar de la naturaleza.